domingo, 13 de enero de 2008

El informe PISA: un toque de atención



Pese a los complacientes mensajes de nuestras autoridades educativas ministeriales ("Estamos cerca de la media y en el lugar que nos corresponde") tras el último informe PISA, su coordinador, Andreas Schleicher, dice que "es incuestionable que los alumnos españoles quedan muy atrasados respecto a los países con mejores resultados de la OCDE" (El País, 3 de diciembre de 2007).





Si bien es cierto que nuestro sistema educativo está lejos de ser un desastre y que mucho ha avanzado desde el inicio de la democracia, habría que adoptar medidas drásticas si queremos salir de la mediocridad en la evaluación de ciencias y de la bochornosa bajada en comprensión lectora.
El sistema educativo lo que hace es privilegiar a los ya privilegiados educativamente. Por eso, en aquellos países cuyos padres y madres del alumnado tienen mayor nivel educativo se obtienen sistemáticamente mejores resultados. Lo malo de este tipo de explicación es que a veces conduce a pensar que la única opción sensata es esperar a que los futuros padres y madres eleven sus niveles educativos.
Finlandia, el país líder en estos informes, era de lo más mediocre en los años ochenta -no existía el PISA pero había evaluaciones internacionales de matemáticas-. A lo largo de los noventa Finlandia optó por un sistema educativo comprehensivo e integrador


Tenemos bibliotecas escolares -muchas de ellas excelentes- y escasas bibliotecas públicas, por regla general, todas ellas infrautilizadas. ¿Para qué leer si todo está ya en los apuntes, si no se incentiva la actitud investigadora, si no se promueven dentro del aula escenarios deliberativos en los que intercambiar opiniones informadas? Como mucho se leen libros en la asignatura de Lengua, lecturas más bien orientadas hacia la reverencia por la literatura culta que hacia la creación de un público lector consumidor de libros. La prensa escrita apenas se utiliza en nuestra docencia y así nos va tanto a la ciudadanía como al estudiantado.No es extraño que más de un profesor, al ver las preguntas del PISA, considere que obtenemos muy buenos resultados teniendo en cuenta el cómo y el qué se enseña.


La Educación Secundaria Obligatoria (ESO) -de donde proceden los alumnos que responden al informe PISA- se ha convertido en una suerte de travesía del desierto entre la primaria y el bachillerato -y así parece que la considera la reciente Ley de Orgánica de Educación-. Muchos profesores no han aceptado la mezcolanza de alumnos de distinto nivel de rendimiento en los centros de secundaria y consideran que en la ESO no hay nada que hacer: las mieles de los verdaderos aprendizajes quedan para el bachillerato. Sin embargo, la mejora pasa por conseguir una educación de calidad para todos, sin exclusiones.
Incomprensiblemente, la sociedad española ha tolerado la existencia de unos profesores de secundaria carentes de una formación previa como docentes -salvo que entendamos por tal la falsedad del Certificado de Capacitación Pedagógica-.


La consolidación de equipos docentes en nuestra enseñanza pública es una misión casi imposible. ¿En cuántos centros tenemos más de un 30% de interinos? ¿Cómo va a implicarse quién sabe que al año siguiente y al otro y al siguiente vagará de centro en centro? En la privada, especialmente en la concertada, este problema parece resuelto. Sin embargo, pese a su singular privilegio de escolarizar al alumnado procedente de las mejores familias, parece incapaz de contribuir a elevar el porcentaje de estudiantes de alto nivel: en España están en los niveles 5 y 6 (los dos más altos) el 4,8% del total de estudiantes frente al 20,9% de Finlandia -en la evaluación de ciencias en ambos casos-. Justamente este bajo porcentaje es una de las causas de nuestra mala posición internacional.
Parece que los informes PISA no nos quieren dar disgustos más serios y no se prevé un estudio monográfico sobre los aprendizajes de lenguas extranjeras. De momento, sólo se centran en comprensión lectora, matemáticas y ciencias.
Rafael Feito es profesor de Sociología de la Educación en la Universidad Complutense de Madrid
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1 comentario:

Gómez Rivera, Elida Isabel dijo...

No hay porque sentirse mal, ni fuera de serie.

Somos peruanos con mucha capacitad y ganas de supertación,

Empecemos yaaaaaaaaaaa...

Elida GÓMEZ RIVERA